lunes, 20 de febrero de 2012

¿POR QUÉ, PARA QUÉ?

Es cierto que estamos en un momento muy difícil, muy tenso, que agrieta el contrato social en el que se basaba nuestra convivencia como sociedad occidental y avanzada. No es menos cierto que la desesperación por la situación actual y por la falta de perspectivas hacen posible brotes de protesta, de rebelión, de rechazo de lo que ocurre o se piensa que pueda ocurrir. Porque lo contrario sería antinatural y, mucho más, si hablamos del futuro de nuestra juventud. y tampoco hay que despreciar la utilización de este descontento por intereses poco claros (o muy claros, según se mire).

 ¿Y la respuesta a esto debe ser la violencia, la represión? ¿POR QUÉ?, ¿PARA QUÉ?

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