domingo, 29 de julio de 2012

RESUMEN DEL CURSO: LA FORMACIÓN (2).


Esta nueva entrada sobre la formación se va a referir, como anuncié en la anterior, a la formación o capacitación recibida.

En primer lugar, voy a desarrollar una visión cronológica de lo realizado este curso ya que se trata fundamentalmente de la asistencia a varios encuentros, algunos más formales que otros, pero de los que he sacado aprendizajes muy útiles. Al primero que asistí, en octubre, fue al Congreso Escuela 2.0 de Granada, donde, además de volver a coincidir con grandes profesionales, comprobamos la fuerza y la vitalidad del profesorado interesado en la metodología 2.0. Posteriormente, ya en noviembre, acudí a la jornada de clausura del año 2011 del programa COMBAS, donde se pudo vislumbrar la paralización que después ha ocurrido con este ambicioso (posiblemente, tardío) programa del Ministerio y de la mayoría de las Comunidades autónomas para la extensión de las competencias básicas, pero que, al menos a mí personalmente, me ha supuesto concretar mi visión sobre el trabajo de esas competencias en el aula y, sobre todo, conocer y convivir caso todo un año con enormes profesionales.




Y después...el EABE, el maravilloso #EABE12 vivido en Carmona en marzo. Qué decir, qué comentar de esos dos días fantásticos. Quizá sólo que estos encuentros se están convirtiendo (digo los EABE y otros "saraos" parecidos a los que me referiré posteriormente) en la forma de capacitación y formación que ciertos docentes más valoramos y con la que más disfrutamos, porque mezcla el trabajo con la convivencia y suponen el encuentro o reencuentro con las relaciones de la red, de la red de docentes innovadores y preocupados por la educación.

Pero es que lo que queda no es menos: la jornada de clausura de #lasemanadelosproyectos en el CEP de Castilleja. Esa idea loca y maravillosa de @ftsaez y @maarizaperez, de iCOBAE, en definitiva, que ha movilizado a una gran cantidad de centros de la provincia de Sevilla alrededor del trabajo por proyectos. No sólo la idea, sino el poder juntar a más de 450 docentes, en pleno mes de junio, en una tarde de sensaciones en la que me sentí orgulloso de ser DOCENTE y orgulloso de la ESCUELA PÚBLICA. Y esas mismas sensaciones las volví a sentir en la jornada de clausura de la formación del CEP de Lebrija en el IES Delgado Brackembury de Las Cabezas.



Tampoco se me pueden olvidar mis dos nuevas fuentes de aprendizaje: #openescuela20 y Proyéctate, que han surgido como iniciativas de docentes comprometidos e innovadores y con las que me siento identificado y partícipe de sus planteamientos.

Creo que a much@s docentes nos ha quedado claro que, a pesar de los recortes, a pesar de las peores condiciones económicas y laborales, hay un número muy importante, posiblemente, por desgracia, no mayoritario, pero sí potente en cuanto a su capacidad de trabajo y transformación, que apuesta por seguir mejorando, por seguir innovando y, sobre todo, POR UNA ESCUELA PÚBLICA DE CALIDAD PARA TODAS Y TODOS.



sábado, 28 de julio de 2012

RESUMEN DEL CURSO: LA FORMACIÓN (1).


Vamos a continuar con el repaso del curso desde la óptica de la formación o capacitación docente. Esta perspectiva debe ser doble, tanto desde el punto de vista del aprendizaje adquirido como formador o  capacitador de otr@s, y desde el del aprendizaje participante (o capacitado por otr@s). Por eso, la entrada va a ser también doble.

Pero primero, hagamos una pequeña reflexión sobre la formación docente. En numerosos ámbitos se ha planteado durante el curso hacia dónde iba la formación del profesorado: la desaparición de los Centros del Profesorado en algunas comunidades y las consecuencias de los recortes, la aparición de los Departamentos de Formación, Innovación y Evaluación y el desarrollo de redes docentes de formación, informales o no formales. Y este debate se viene a unir al ya existente y tradicional sobré qué formación necesita el profesorado y cómo debería ser. En definitiva, que es un tema fundamental, que está cambiando rápidamente de formato y necesidades y que adquiere múltiples formas, desde los tradicionales cursos o jornadas a los encuentros informales, o saraos educativos, más abiertos y dinámicos. Pero yo me pregunto: ¿de verdad toda la formación que recibe el profesorado sirve para mejorar la educación?, o la mayoría, no la más importante, no la más destacable, sólo sirve para obtener puntos y lo aprendido se utiliza poco o nada en el aula. Bien, ahí dejo esta cuestión para que cada un@ se conteste (o me conteste, si lo estima oportuno).

Desde la perspectiva de mi papel de formador o capacitador, este curso he acudido a varios centros de distintas localidades para intentar básicamente, intentar convencer al profesorado de que se puede llevar el trabajo de competencias básicas al aula. Para ello, es necesario un cambio metodológico afecta, sobre todo, a la programación y diseño de nuestras actividades de aula, pero que se extiende por contagio a nuestro trabajo en el aula (y sobe todo al del alumnado) y a nuestra forma de evaluar. Pero la clave no es la evaluación sino la programación de competencias básicas. 



De esta forma me he presentado en Baza, en el IES Jiménez Montoya, he estado en el IES Ponce de León de Utrera y en el IES Almudeyne de Los Palacios: En cada uno de ellos he estado sólo una jornada, por distintos motivos, y en los tres he observado contradicciones: ganas de aprender y cierto rechazo a los cambios necesarios. Finalmente, y en este tipo de formación, participé en las Jornadas sobre Competencias Básicas y su desarrollo a través de tareas y proyectos del CEP de Córdoba. Con la misma temática, pero con un formato distinto: curso de tres sesiones presenciales y trabajo en una moodle del propio centro, desarrollé la capacitación del IES Seritium de Jerez de la Frontera. También aquí, en Córdoba menos, descubrí la doble cara de la moneda que he ido llevando este año en el bolsillo: la actitud del "sí, pero...", es decir, sí a las competencias, pero es muy complicado y no se sabe si merece la pena intentarlo y la postura del "sí, nos lanzamos" de algunos compañero@s del curso que reconocieron que con lo aprendido estaban planteándose ya el trabajo de las competencias de manera coordinada en el centro.

Finalmente, una última referencia a la capacitación del profesorado del IES Virgen del Castillo, que ha sido doble: las jornadas de formación inicial, en competencias básicas y en TIC y, de una manera más continuada en el curso, sobre la programación de unidades didácticas que integren las competencias básicas, las famosas UDI, que me ha dado algún quebradero de cabeza pero que ha sido, finalmente, todo un éxito.



En definitiva, y para terminar esta primera parte de la entrada, he detectado en el profesorado ganas de aprender y de ser capaz de aplicar de una vez por todas las competencias básicas en el aula, pero también cierto recelo, no a las competencias y su trabajo sino a las condiciones en las que a partir de ahora vamos a tener que hacerlo. Te queda, entonces, la sensación de que hemos ido muy lentos, muy "poco a poco", desde 2007 (nada más y nada menos) y que ahora, los recortes, pueden convertirse en la excusa perfecta para hacer menos todavía. Yo he intentado convencer de lo contrario, de que el trabajo de las competencias básicas nos facilitaría el desarrollo de nuestra tarea docentes en peores condiciones. Espero haberlo conseguido, pero mucho me temo que no.

MODELO TPACK

lunes, 23 de julio de 2012

13 DÍAS DE JULIO


No es el título de una película, pero si lo fuera, sería de suspense y, por qué no, también de acción.

Tampoco es ya un aspecto de análisis del curso pasado, aunque tenga que ver con situaciones del final del mismo, ni supone una previsión del que viene, aunque, también, tiene esté relacionado con ello.

El argumento de la entrada, o de la película, es la posible renovación del equipo directivo del centro, Y para explicarlo, hay que acudir a los antecedentes del caso.

Durante nueve cursos, del 2003-2004 al 2011-2012, he tenido la suerte (y el lujo, según algunos) de mantener el mismo equipo directivo, con el añadido de que la jefa de estudios y el jefe de estudios adjunto eran de Sevilla. Todos los años participaban en el concurso de traslados, mas para saber cómo estaban situados y no tener que entregar nueva documentación que porque quisieran ese traslado, porque incluso renunciaron tras el concurso provisional en alguna ocasión. Sin embargo, este curso la cosa era distinta porque les concedieron un buen destino (la petición número 1 en el caso de la jefa de estudios) y, con la situación de plazas que se estaba generando con los recortes, era muy arriesgado renunciar, sobre todo en la especialidad del jefe de estudios adjunto: bilogía y geología. Ahí empieza a fraguarse la peli, en el renunciar o no. Y ese simple hecho (y, a lo mejor para algún@s, incomprensible planteamiento) de planteárselo es para mí un orgullo y una satisfacción por el compromiso con el centro y con el proyecto de dirección que refleja. En esta tesitura surge la posibilidad de solicitar una comisión de servicio por el año que le queda a mi mandato de dirección 2009-2013, para culminarlo e irse después de diez años en el equipo directivo, con una entrega y dedicación digna de elogio. Con esa esperanza, y después de darle muchas vueltas, no renuncian. Todo esto sucede desde mediados de mayo hasta mediados de junio. Y desde esas fechas hasta final del curso, con la certeza de que no iba a haber problemas de plantilla y podrían concederle la comisión.



Aunque lo anterior son antecedentes que explican el argumento, la película comienza el día 2 de julio, cuando empezamos a preparar el siguiente curso con la provisionalidad que supone la situación planteada y con un problema añadido, que tiene que ver tangencialmente con el problema anterior, y relacionado con la vicedirectora del centro. El día 4, se confirma la concesión de la comisión y termina la angustia para mis jefes de estudio y para mí, que siempre había tenido en la recámara la desagradable opción de tener que buscar en el mes de julio al profesorado “interesado” y dispuesto a dar el paso de pertenecer al equipo directivo. Parece que la película terminaba felizmente y que la cosa se había quedado en un mal episodio de serie B…, ó C.

Sin embargo, el lunes 9, me comunican que las comisiones al final no se conceden, porque con el baile de la plantilla había una plaza de lengua ocupada por una profesora que estaba en comisión y que no había aparecido por el centro, por lo que nadie había contaba con ella, y esta profesora tapaba la posibilidad de concederle la comisión a la jefa de estudios; y al jefe de estudios me comentan que era “porque no procede”. Vuelta a la angustia de ver a dos personas destrozadas por haber roto su ilusión de continuar un año más y de tener que plantear su sustitución en un momento delicado. Continuaba el suspense y comenzaba la acción con varias visitas a la Delegación de Educación para aclarar el tema  e intentar una solución. En esa semana me encontré teniendo que preparar el curso que viene con dos cargos que no iban a estar y sin nadie que los sustituyera. Por ello, mi actuación se orientó en una doble vertiente contradictoria personal y profesionalmente, pero, sin embargo, lógica: por una parte, intentar que se consiguieran las comisiones y, por otra, buscar nuevos/as profesores/as por si terminaban definitivamente por no conceder la comisión.



El día 12 me entrevisté con los posibles sustitut@s que dieron su visto bueno a pesar de las circunstancias, lo cual demuestra su compromiso y profesionalidad y que había “acertado” en su elección. Y el día 13 en la delegación, encontramos una solución al tema de la jefa de estudios porque las plazas ocupadas en su departamento eran de profesor@s en comisión por enfermedad y podían no salir colocad@s en el centro y dejar alguna vacante para la comisión por cargo de la jefa de estudios. En el caso del jefe de estudios adjunto no se pudo hacer nada porque, ante la situación de las plazas de este curso, no se iban a conceder comisiones por cargo directivo a jefaturas adjuntas y vicedirecciones.

Finalmente se resolvió la comisión de jefatura de estudio el mismo viernes 13 al crear una plaza más de lengua que, por un error de cálculo nuestro y un aumento de horas del centro, nos correspondía.

Por eso mismo, volví a citar a los posibles sutitut@s y les comuniqué mi decisión de contar con uno de ellos para este año y con la otra persona para ir “formándose” todo el curso que viene para asumir la jefatura de estudios en mi próximo proyecto de dirección.

Película terminada con final feliz pero agridulce. Feliz porque, desde mi visión de director, se ha conseguido mantener la jefatura en unos momentos delicados de preparación del curso siguiente y por ver la disponibilidad de las personas con las que contacté para poder entrar en el equipo. Pero triste también por ver como una persona que ha trabajado tanto por el centro tiene que irse un poco (o un mucho) por la puerta de atrás, un poco a escondidas y un poco por sorpresa.

Personalmente, y ya no como director sino como compañero, quiero desde aquí rendirles homenaje a los dos, a su trabajo, su compromiso y su dedicación.

The End.

P.D.: Puede ser que algun@s piensen que estaba acostumbrado a lo bueno, a mantener el mismo equipo mucho tiempo, porque lo normal es que no duren nada más que un mandato y que por eso me ha parecido tan angustioso (suspense y acción) el tema. Puede ser.

domingo, 22 de julio de 2012

RESUMEN DEL CURSO: EL CENTRO (2)




Continuando con el análisis del curso en el centro, corresponde a esta segunda entrada recordar el tercer trimestre que ha estado marcado por la actuación prioritaria desarrollada por el Servicio de Inspección desde el 9 de mayo al 18 de junio.


Todo empezó cuando el nuevo inspector me empezó a pedir por correo electrónico muchos datos sobre resultados de cuatro cursos atrás (porcentajes de aprobados, tasas de promoción, idoneidad, titulación y absentismo) debido al inicio de la actuación prioritaria sobre los resultados académicos. En principio, la sorpresa fue mayúscula puesto que normalmente, hasta ahora, esas actuaciones duraban todo un curso y ésta iba a empezar en mayo. Pero la sorpresa fue mucho mayor cuando el día fijado no se presentó sólo nuestro inspector sino que venía acompañado de otros tres inspectores del equipo (entre ellos, su jefe) y nos explicaron lo que pensaban hacer durante algo más de un mes. Yo mostré mi sorpresa y, reconociendo que eran sus funciones y que consideraba que el centro no tenía nada que temer de un análisis de ese tipo, expuse mis quejas por no habernos informado bien de en qué iba a consistir la actuación.



Lógicamente la sorpresa se multiplicó a la enésima potencia cuando el profesorado se fue enterando del asunto. Esta sorpresa, la falta de costumbre de una evaluación externa de nuestro trabajo en el aula y la sensación, de algún@s, de estar en entredicho profesionalmente, crearon un malestar importante en el claustro. Ese malestar se fue limando con el tiempo: el profesorado se fue acostumbrando y la actuación se fue atemperando (hubo un inicio algo frenético y después las actuaciones se desarrollaron más progresivamente).

El problema ya no era tanto el centro, como los rumores sobre qué es lo que estaba pasando en el Virgen del Castillo, que se extendieron por toda la comarca (incluso una directora de un centro de Utrera, de la que fui su tutor en su proceso de prácticas de dirección, me comentó algo en una reunión que tuvimos en Sevilla).




El motivo de todo este revuelo creo que viene por la novedad del nuevo sistema de evaluación de centros, que en resumen y para entendernos es: muchos inspectores en un centro en poco tiempo con el objetivo de hacer una cata de su funcionamiento didáctico y poder presentar propuestas de mejora. Y como ha sido la primera vez, pues todo el mundo estaba un poco asombrado y haciéndose preguntas como estas: ¿por qué en nuestro instituto?, ¿por qué a mí?, ¿nos tocará a nosotros después?, ¿qué habrán hecho en ese instituto para que les investiguen así? De hecho, a mí me las han hecho profesor@s de otros centros de Lebrija y de otras localidades, como hemos visto antes.

Cuando uno les explica, a propios y extraños, los motivos: que no se hacía una evaluación externa del centro desde hace mucho tiempo debido a la situación de nuestros inspectores anteriores y que era un centro que no iba a plantear muchos problemas por cómo funciona y podía servir de referencia para esta experiencia y por tener, la sensación que quedaba era de que el interlocutor pensaba: sí, bueno, pero…algo habrá.

Después de explicar un poco lo sucedido, quiero dejar claro, en primer lugar, que este tipo de actuaciones me parecen perfectas y muy recomendables y deben servir para despertar del adocenamiento a much@s docentes y muchos centros, para que, al mejorar el proceso de enseñanza, mejore la formación y el aprendizaje de nuestro alumnado y para acercar a la inspección a la realidad, diversa y  acrisolada, de los centros educativos de secundaria. Creo, también, que el modelo nuevo que se ha comenzado a experimentar para pulirlo y utilizarlo en la evaluación de los centros es muy válido y muy útil. Pero, también, he de decir, desde mi humilde opinión y con  la experiencia de 16 años en equipos directivos, que se debería hacer de otra manera, explicando al principio (y no al final como en este caso ante el ETCP y los demás jef@s de Departamentos) qué se piensa hacer, cómo se va desarrollar y cuáles son los motivos de la actuación. Porque si no puede quedar esa sensación de “sí, bueno, pero…”,  y algo, que debe ser entendido como algo muy positivo para l@s docentes y los centros, pueda entenderse de manera negativa.

Por una parte y como es de recibo, esa actuación tensó un poco el ambiente en el centro, pero por otra, relajó el ambiente siempre tenso de final de curso. A esta relajación final contribuyeron los buenos resultados generales obtenidos en la evaluación ordinaria que siempre son una satisfacción para toda la Comunidad. Así, por ejemplo, titularon 90 alumn@s de 2º de bachillerato (el 82 %) y 82 alumn@s de 4º de ESO (el 84,5 %).

El curso terminó como siempre con la entrega de reconocimientos en la Sala de Conferencias, la Clausura en el Teatro Juan Bernabé y la Cena Final de convivencia en el patio interior del Centro.



En resumidas cuentas, y siempre bajo mi punto de vista, un buen año, relativamente tranquilo, con buenos resultados, con una experiencia de programación docente muy motivadora y con un sobresalto final, que es más sobresalto por lo inesperado y por la novedad, que porque haya sido un susto del tipo “ya me han pillao”. Queda, por tanto, la tranquilidad y la satisfacción del trabajo y la dedicación que, al final, ofrece resultados.

Queda una propina que dejaré para otra entrada: 13 días de julio. Y no es una película.

sábado, 21 de julio de 2012

RESUMEN DEL CURSO: EL CENTRO (1)

Una vez terminado el curso 2011-2012 y con la perspectiva que da el tiempo transcurrido y la tranquilidad y el reposo que ofrece el mes de julio, me dispongo a resumir este nuevo curso escolar que terminó hace poco.




El inicio de curso, como todos, fue algo movido debido a tres asuntos. El primero, administrativo, fue que teníamos nuevo inspector, aunque provisional (recordad esto más adelante, porque tiene miga) que traía una serie de asuntos arrastrados de otros años y que nos complicaron un inicio de curso ya de por sí movido. El segundo, organizativo, la nueva estructura orgánica, con la creación de las Áreas de Competencia, el Departamento de Formación, Evaluación e Innovación (DFEI, en adelante) y el nuevo ETCP. Y el tercero, por fin, pedagógico. Por una parte, el planteamiento de programaciones didácticas, completamente nuevas y basadas en la relación de los elementos curriculares con las competencias básicas. Por otra, la indicación, por parte de dirección, de diseñar una Unidad Didáctica Integrada (en adelante, UDI) por cada nivel de ESO en todos los departamentos. Y, finalmente, la elaboración del Proyecto Lingüístico de Centro que empezará a desarrollarse el curso que viene




En relación con el segundo asunto, podemos destacar tres cosas. En primer lugar, la creación de una estructura de funcionamiento que ha facilitado el intercambio de información de manera horizontal y vertical (en ambos sentidos) entre ETCP, Áreas y Departamentos y que consistía en una reunión de ETCP y a la hora posterior de las Áreas de competencias, por una parte, y el DFEI, por otra, Esa información pasaba a los departamentos y de ahí volvía a la reuniones de Áreas y al ETCP. En segundo lugar, la suerte de contar con jefes/as de Área y del DFEI completamente en consonancia con el equipo directivo y el Proyecto Educativo, lo que ha facilitado mucho el desarrollo de todas las líneas de trabajo. Y en tercer lugar, el DFEI ha supuesto un impacto bastante fuerte en el profesorado, por su implicación, trabajo y ayuda en el desarrollo de nuevas propuestas dirigidas, fundamentalmente a la mejora de resultados (desviaciones de las programaciones, seguimiento de pendientes, elaboración de una nueva programación de los refuerzos educativos) y que ha servido de referencia para muchos otros centros.

Por lo que respecta al tercer asunto, creo que se ha realizado, a pesar de los problemas planteados (reflejados en otra entrada anterior) y del cambio de mentalidad que han supuesto las nuevas programaciones didácticas y el plantearse el diseño de alguna UDI (también reflejado en otra entrada), un muy buen trabajo que podemos disfrutar en sus wikis correspondientes (hay pinchar en sus logos para acceder a ellas).


                       


Siguiendo con el desarrollo del curso, este ha sido bastante normal y sin muchos sobresaltos, aunque como siempre, los finales de trimestres, algunos casos de problemas de convivencia y el proceso de escolarización, ponían algo de picante al transcurso de los acontecimientos. Bueno, se me olvidaba: en octubre tuvimos un nuevo inspector y en marzo, un tercero. Este parece que definitivo...o no, para el curso que viene.

Por ahora, y para no hacer más larga la entrada, lo dejamos aquí, Seguiré con una nueva entrada sobre la parte final del curso.

miércoles, 4 de julio de 2012

LIBRO DE TEXTO QUE ESTÁS EN EL CIELO, SANTIFICADO SEA TU NOMBRE....

El como de los colmos. La madre de todas las incompetencias. La demostración palpable de que las editoriales nos dan gato por liebre y de que a muchos docentes eso les da igual y, además, de que ni ellas ni estos docentes, tienen idea de qué significan las competencias básicas. Al loro.


PRIMER EJEMPLO: 
PROBLEMA DEL LIBRO DE 2º DE ESO DE MATEMÁTICAS 

Una furgoneta recoge los pedidos para la cocina de un hotel. Llena 1/5 de su capacidad en la verdulería, 1/6 en la carnicería y 1/4 en la pescadería. ¿Qué capacidad le queda libre para más compras?

RELACIONADO CON LAS COMPETENCIAS 3 (interacción con el medio físico y natural) y 7 (¿aprender a aprender?)


SEGUNDO EJEMPLO: 
OTRO PROBLEMA DEL MISMO LIBRO Y LA MISMA PÁGINA:

De 50 € que tengo, me gasto 1/5 en un restaurante. De lo que queda, gasto 3/4 en comprar un pantalón. si finalmente me dan 10 €, ¿cuánto dinero tengo?

RELACIONADO CON LAS COMPETENCIAS 1 (comunicación lingüística,) y 6 (¿cultural y artística?).





La extrañeza de estas relaciones me llevó a investigar un poco cómo podía ser posible tal desfachatez y, gracias a la colaboración del jefe del Departamento de Formación, Evaluación e Innovación de mi centro (que es de Matemáticas y está sorprendido de la elección de sus compañeros/as), he comprobado que es aun peor, porque numeran las competencias de cada unidad y, así, la competencia 1 y la 2 son siempre la de comunicación lingüística y la de razonamiento matemático, pero a partir de ahí no se sabe cual será, porque si no se trabajan la 3, la 4, la 5 y la 6 y sí la 7, ésta será la C3 en la unidad. En definitiva, una auténtica chapuza y una forma muy clara de despreciar el trabajo y la evaluación de las competencias básicas.

Cuanto menos surrealista y patético, porque supone desconocimiento absoluto de lo que son y significan las competencias básicas y, lo más triste, desprecio al alumnado, a su formación.

Ahora, que se ha estado eligiendo libros de texto para el cheque-libro de 2º de ESO (digo que se ha estado, porque yo no participo de esa pantomima, no los utilizo) nos podemos dar perfecta cuenta de dos cosas:

  • que salvo algunas excepciones (supongo que las habrá), las editoriales consideran a las competencias básicas como un incómodo apéndice que tienen que meter con calzador en sus maravillosos libros de texto.
  • que, salvo honrosas excepciones, y estás sí que las hay, y muchas , y muy buenas, buena parte del profesorado coincide con la visión de las editoriales.

Al final, va a tener razón un profesor del curso de competencias básicas en el aula del IES Seritium de Jerez: "a lo mejor son las editoriales las que tenían que haber aprendido a programar las competencias básicas". Lamentable.