domingo, 13 de julio de 2014

MERCADO Y EDUCACIÓN

Se me han agolpado una serie de enlaces y noticias relacionadas con la dualidad que establece el título de la entrada. En resumidas cuentas, se establece una dicotomía sobre los objetivos de la educación y sobre los intereses que se esconden, o no, en esa disyuntiva.

Esa dicotomía (o esa disyuntiva) es muy simple de plantear pero muy compleja de resolver. Al menos de resolver en el sentido que, según mi humilde opinión, debería resolverse.

Oracle


untitledPor una parte, la educación mercantilizada que muy acertada y recientemente plantea Concha Caballero, es decir, educar para competir, para superar pruebas y dominada por los intereses de las grandes empresas que buscan mano de obra preparada técnicamente pero incapaz de criticar el sistema que les ha beneficiado. Sinceramente, darwinismo social puro y duro. Clasificación. Medición. Segregación. Es una educación dominada, más todavía, por las empresas: editoriales, bancos, multinacionales, empresas ad hoc para diseño y corrección de pruebas. Pero que asienta un modelo tradicional de escuela, un modelo mecánico, estándar, aburrido y que mata o anula la creatividad y la crítica. Un modelo muy cómodo para muchos docentes, muchas familias y muchos alumnos. Como bien afirma Claudio Naranjo en una reciente entrevista: "no se educa para la sabiduría ni para la comprensión, se educa para pasar pruebas, para pasar test. Esa es la terrible pérdida de vida y de tiempo y el robo que le hacen a la gente en sus vidas. No se ve el aspecto perverso de una educación que quiere servir al sistema económico, al sistema de los negocios".

%C2%BFQu%C3%A9+es+la+autonom%C3%ADa%3FFrente a la anterior, está la educación para el aprendizaje, la que caracteriza el propio Claudio Naranjo en esta frase: "empezaría por citar lo que ha dictaminado la Unesco, que muy sabiamente ha dicho: educar debe ser para hacer, aprender a aprender, aprender a convivir y aprender a hacer. Si hiciéramos eso estaríamos muy bien". Ese tipo de educación parece que está de retirada, que la han apartado del camino esos intereses mercantilistas, como afirma Concha Caballero en su artículo: "la educación como proceso de formación del ser humano, de transmisión de cultura, conocimientos, creatividad y crítica ha sido suprimida sin contemplaciones. No hablemos ya siquiera de su valor como equilibrador social y como igualdad de oportunidades. Por eso, la OCDE que no la Unesco ni algún organismo internacional de rostro más humano ha ocupado el lugar de autoridad educativa mundial". 

Pero, ¿es así en realidad, o hay motivos para la esperanza? Recientemente he tenido dos estímulos que me hacen dudar un poco del predominio absoluto de los efectos de esa mercantilización galopante. Por una parte, el curso de flippclass de la UIMP, donde he visto docentes preocupados por mejorar, por hacer protagonistas a su alumnado y por darle autonomía en su aprendizaje. Y por otra, el artículo del blog Escuelas en red de mi amigo Rodrigo Juan García (@RodrigJG) sobre el trabajo de otro de mis amigos de la red: Victor Marín Navarro (@VictorMarinNav) donde se define muy bien la disyuntiva en esta frase: El patrón descrito mantiene y refuerza un modelo de sociedad jerarquizada, donde al experto, o a quien detente en ese momento el poder, se le otorgan mayores dosis de ‘razón’ y a la ciudadanía sólo se le deja el papel de aplicar, lo más fielmente posible, lo prescrito, aunque eso nos lleve al desastre. Si este modo de vivir nos satisface como educadores y como ciudadanos, adelante, pero si nos genera el más mínimo malestar tendríamos que pensar en cambiar el modo, el formato de ejercicio de la enseñanza. Y, sobre todo, donde se muestra una experiencia enriquecedora muy lejana de la educación que nos quieren "vender" o que ya nos han vendido, pero a la que nos resistimos muchos.


Est%C3%ADmulo

La disyuntiva se puede plasmar en una pregunta que me hicieron en Santander: ¿Y cuando haya que pasar las pruebas externas de la LOMCE, se podrá aplicar el flipped classroom? Yo contesté que había que buscar estrategias para meterle el flipclass (o el PBL, o el trabajo por tareas, o las TAC, o el aprendizaje activo y auténtico) a la LOMCE. Pero esta cuestión nos lleva a la verdadera decisión: ¿Educo para que el alumno aprenda y sea autónomo y critico o para que supere unas pruebas externas? O dicho de otro modo más gráfico: ¿somos educadores o "personal trainers"?

Yo ya decidí hace tiempo apostar por mis alumnos, por su autonomía de aprendizaje, porque se salgan del camino trillado por los intereses mercantilistas y busquen su propio camino. Es difícil, es incómodo. Pero es reconfortante. Y es mi granito de arena para mejorar algo, seguro que muy poco, este mundo injusto, cruel e hipócrita que debate sobre el mundial de fútbol e ignora el genocidio palestino.

Tu también puedes decidir. Que no decidan por ti.
Aborto+libre.+Nosotras+decidimos.

Imágenes de http://www.flickrCC.net

2 comentarios:

  1. Excelente artículo para la reflexión, gracias por compartirlo.

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    1. Gracias. Seguimos reflexionando para ver cómo podemos mejorar,

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