domingo, 8 de mayo de 2016

#flipconSpain. UN GRAN CONGRESO.

Volviendo de Zaragoza se me agolpan las sensaciones. Desde la ilusión de los meses y días previos al Congreso, a la certeza de que el flipped learning está extendiéndose como un vehículo más del imprescindible cambio educativo y a la esperanza, expresada en incontables ocasiones a lo largo de estos tres días, de que, a pesar de los obstáculos, terminará mostrándose como la manera más eficaz de acercarnos al aprendizaje necesario para el siglo XXI. Y, también, como no, Los recuerdos de los grandes momentos compartidos con profesionales y personas extraordinarias.


Escuchar, saludar y conversar con Jon Bergman y Aarón Sams, desvirtualizar a otros profesionales, disfrutar de la hospitalidad del personal del grupo mt, comprobar las maravillosas experiencias expuestas de las que he sido testigo de primera al coordinar dos mesas, explicar mi tesis sobre que el Flipped classroom es un desastre o descubrir las posibilidades que me abren personalmente ciertas herramientas y experiencias, son motivos suficientes para hacer una camino de vuelta con la moral por las nubes y con la certeza de que continúa un proceso de cambio educativo.


Sin embargo, no todo son luces rutilantes. Hay zonas oscuras como la incomprensión de muchos docentes hacia aquellos compañeros que han dado el paso, la falta de compromiso de algunas direcciones, el empecinamiento en no darse, o no querer darse cuenta, de que el aprendizaje ha cambiado, la incomprensión de ciertas familias y determinados alumnos, la falta de formación metodológica y tecnologica adecuada o la falta de tiempo. Todo esto, en mayor o menor medida muy válido y muy cierto, hasta que cambiamos el enfoque y comprendemos en qué sociedad estamos y qué es lo que necesita nuestro alumnado. Entonces, todo cambia, ya no hay excusas sino motivos para el cambio.

En esas estamos. El año que viene, en el siguiente congreso, veremos cómo ha ido evolucionando este proceso imparable que este fin de semana hemos vivenciado en Zaragoza.

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2 comentarios:

  1. Cierto es Manuel!, que no todo son luces y que hay sombras, pero como en la vida misma. Lo que si es muy luminoso es que hay que cambiar, si o si, a poco que se tenga algo de inquietud y si queremos mirarnos al espejo con cierta dignidad, hay que hacerlo.
    Gracias Manuel!.

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